A la hora de crear una página web la primera pregunta que uno se hace es si su página va a ser responsive. Nacen preguntas como “¿Es realmente necesario? ¿Es fácil? ¿Cómodo? ¿Productivo? ¿Vale la pena?” y para todas esas preguntas hay una sola respuesta: Sí, lo es.
Las modas en el mundo web nacen, se explotan y mueren todos los años y por un momento se creyó que el diseño responsivo iba a tener el mismo destino que las demás modas. Pero, por suerte, hoy en día todas las empresas deciden invertir en este cambio. El porqué es fácil y lo podemos dar en un ejemplo de lo más simple: hoy los usuarios navegan con sus teléfonos, smarts o tablets mucho más tiempo que en las computadoras de escritorio. Lo hacen en el transporte público, al comer o hasta antes de ir a dormir. Y al entrar a una página web en donde la navegación es lenta, hacer zoom o darle clic a botones pequeños… el usuario termina cerrando la página para elegir una con mejor navegación.